Una transacción financiera es una operación que se realiza entre dos o más participantes; en ella hay un intercambio de bienes o servicios a cambio de un pago. Es un acuerdo comercial entre ambas partes, en donde hay implícito un un convenio de compra y venta.
Este tipo de transacción en la que hay un intercambio de bienes o servicios está basada en un precio fijado o importe, que se pagará con un monto monetario. Para que esto suceda una de las partes es la propietaria del bien o servicio y la otra parte es quien posee el dinero que va a pagar por ese bien o servicio. Es decir, toda transacción financiera es bidireccional.
Dependiendo del tipo de empresa, en términos económicos, las transacciones pueden ser comerciales, industriales o de servicios.
Hoy en día, gracias a la evolución de la tecnología, la virtualidad ha logrado modificar radicalmente la forma de hacer transacciones y los usuarios las realizan de forma instantánea en cuestión de segundos o minutos ya sea desde dispositivos móviles, ordenadores de escritorio o cualquier otro dispositivo con acceso a internet.
Gracias a la irrupción de las empresas Fintech la oferta de servicios financieros es muy amplia, pues combinan el uso de la tecnología con la oferta de servicios financieros como préstamos, pagos, cobro a terceros, corretaje de facturas, financiación colectiva, cuentas corrientes y de ahorro, inversiones, entre otros.
Las Fintech responden a la demanda de innovación, accesibilidad, agilidad, rapidez, inclusión, seguridad y colaboración. Un cambio que hoy es irreversible en el sistema de servicios financieros.
Realizar transacciones hacia cualquier lugar del mundo es una ventaja competitiva que las empresas deberían aprovechar si desean competir en los mercados internacionales, pues los consumidores son cada vez más demandantes, tienen mayor capacidad de decisión y prefieren la practicidad de sus dispositivos electrónicos para realizar cualquier tipo de transacción financiera.